Después de tres días me acuerdo, más o menos, de lo que hice
el sábado por la noche. Eran fiestas de un pueblo pequeño que se encuentra a
cinco minutos del mío en coche. Días anteriores había tenido problemas con mis
padres, y quería olvidarlo. Pero me pasé con la bebida, a tal punto que me
encontraba desorientada. Me encontró una amiga y me dijo a ver si quería
devolver, que así podía pasar toda la noche y que iba a tener un mal recuerdo
de esas fiestas. Lo intenté, pero no funcionó.
Me encontraba en el frontón del pueblo, con la verbena,
rodeada de amigos, aunque no me acuerdo con quien estaba :S. Al encontrarme allí,
me sentía sola y me aparté del grupo. Al apartarme, empecé a pensar en una
amiga que tiene problemas con la alimentación, de tal modo que empecé a llorar,
por que llevaba casi dos años guardándomelo y me hacía mucho daño, y solo se lo
había contado a una amiga. No podía ocultar los sentimientos hacía esa persona, de tal modo que al verme
así una de mis amigas de toda la vida me preguntó que haber que me pasaba, si
me encontraba bien. Pero la respuesta que le di fue “que estaba mal, porque
tengo una amiga con problemas de alimentación”, lo que me dijo ella me calmo un
poco “ella no quiere verte así, necesita que estés fuerte para transmitírselo”.
Tuve en cuenta la conversación con esta amiga, pero cuando
se acabó la verbena nos fuimos a uno de los bares. Era un bar tan pequeño,
donde la gente se apretuja demasiado y que, aunque esté prohibido, fuma, pues
me agobié tanto por el humo y el calor, que me salí sola a la calle. Me senté
en un bordillo a pensar. Meto mi cabeza entre las piernas, y cuando la levanto
veo a una “amiga de esas que me miran mal” que se acerca para preguntarme a ver
si me encontraba bien. Le conté lo mismo que a la otra chica, me volvió a
contestar lo mismo que la otra, pero además añadió una larga conversación, de
la que apenas me acuerdo. Me empezó a decir que me valorara más, que ella era
como yo y que aunque le viera bien con l@s demás, que ella estaba en la misma
situación que yo ahora mismo. Que le juzgaban por con quien salía, que le habían
hecho muchísimas putadas, y que ya lo había superado. Que puedes tener todos
los colegas que quieras, pero que los amigos se cuentan con los dedos. Que me
valorara y que hiciera frente a mis problemas, que no me los callara. Y que
fuera yo misma, que da igual lo que digan los demás, mientras sea yo misma.
Tras la larga conversación, de la que solo me puedo acordar
de ese poco, me quedé con cara de “¿pero esta tia que hace hablando conmigo?”. Al
final me di cuenta que necesitaba una conversación de ese tipo para llegar a
valorarme un poco más.
Tras toda esta historia, solamente quería deciros que confiéis
en vosotros mismos y os valoréis más de lo que lo estáis haciendo. Y si alguien
se ofrece a daros un consejo, hazle caso si es bueno, y si no lo es empiezas a
pensar en otras cosas ;P.
Un besazo muy grande a tod@s,
PD: si quisierais contactar para solucionar algún problema,
os dejo mi e-mail: aleladadelavida@gmail.com
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